¿Quién fue Iván Turguenev?
Iván Turguénev fue un destacado novelista y dramaturgo ruso del siglo XIX, conocido principalmente por sus novelas realistas que abordan temas como la vida rural, la sociedad rusa y las relaciones humanas. Nació el 9 de noviembre de 1818 y falleció el 3 de septiembre de 1883.
Algunas de sus obras más famosas incluyen «Padres e hijos» (1862), que es considerada una de las grandes novelas rusas y un clásico de la literatura mundial, así como «Humo» (1867) y «Nido de nobles» (1859).
Padres e hijos
«Padres e hijos» es una novela publicada en 1862, centrada en las tensiones generacionales y los conflictos ideológicos que surgen entre padres conservadores y sus hijos más rebeldes, en el contexto del cambio social y político que vivió Rusia en la segunda mitad del siglo XIX, tras la abolición de la servidumbre en 1861, lo que generó tensiones y desafíos en la estructura social. Además, había un creciente descontento entre los intelectuales y la clase trabajadora, lo que eventualmente conduciría a movimientos revolucionarios en las décadas siguientes. Durante este período, las ideas occidentales ilustradas y el positivismo, estaban ganando influencia en Rusia. Estas ideas desafiaban las tradiciones y creencias establecidas, y generaban debates sobre el futuro de la sociedad rusa y el papel de la autocracia zarista.
La trama sigue a un joven llamado Arkadi Kirsánov y a su amigo universitario, Yevgueni Bazarov, quien representa las nuevas ideas del nihilismo y el materialismo científico. Bazarov desafía abiertamente las tradiciones y creencias de la generación de sus padres, mientras que Arkadi se encuentra dividido entre las ideas de su amigo y el respeto hacia su padre, Nicolás Kirsánov, un terrateniente de mentalidad conservadora. A medida que la historia avanza, se exploran las relaciones entre padres e hijos, así como los conflictos entre diferentes visiones del mundo y la sociedad.
El nihilismo de Bazarov
Se dice que el concepto de nihilismo se propuso por primera vez en esta novela. Otros dicen que tras su aparición en esta novela, en concepto se popularizó. En la historia, el nihilismo se centra principalmente en el personaje de Yevgueni Bazarov, quien encarna las ideas nihilistas y las lleva a la práctica en su vida y acciones:
- Bazarov es un nihilista convencido, que cuestiona todas las formas de autoridad, tradición y moral convencional. Cree que nada tiene valor intrínseco y que todas las estructuras sociales y culturales son arbitrarias y sin sentido.
- El personaje critica abiertamente las instituciones sociales, religiosas y políticas, así como las creencias morales y espirituales que sustentan la sociedad rusa de su tiempo. Desafía la autoridad de la iglesia, la aristocracia y el gobierno, argumentando que todas estas instituciones son obsoletas y opresivas.
- Adopta una actitud escéptica hacia las normas morales y la verdad absoluta, argumentando que todo es relativo y subjetivo. Rechaza la idea de la moralidad como una construcción artificial, y sostiene que la verdad científica es la única verdad válida.
- Por último, Bazarov vive de acuerdo con sus principios nihilistas, adoptando un estilo de vida austero y desapegado de las normas sociales convencionales. Desarrolla una relación romántica con Anna Odíntsova, pero incluso esta relación se ve afectada por su actitud nihilista, ya que rechaza las convenciones románticas y se muestra indiferente hacia el sufrimiento emocional de los demás.
¿Por qué leer el libro?
La novela ofrece una profunda exploración de las tensiones y conflictos entre padres e hijos, proporcionando una perspectiva fascinante sobre cómo cambian las ideas y valores a lo largo del tiempo y cómo estas diferencias pueden afectar las relaciones familiares y sociales.
Adicionalmente, Turguénev utiliza la historia para realizar una aguda crítica a la sociedad rusa del siglo XIX, abordando temas como la aristocracia, el campesinado, la política y la religión. A través de sus personajes y sus interacciones, la novela ofrece una reflexión perspicaz sobre las injusticias y contradicciones de la época.
Por último, aunque la historia se sitúa en la Rusia del siglo XIX, sigue siendo relevante en la actualidad. Los temas de cambio generacional, conflicto ideológico y búsqueda de identidad resuenan con audiencias de todas las épocas, lo que convierte a la novela en una lectura valiosa y enriquecedora para cualquier persona interesada en la condición humana y la sociedad.